Cuando quedamos en penumbras comenzaron a surgir los sonidos que nos transportaron a un estado de relajación y armonía
A medida que pasaban los minutos la música nos entragaba lo mejor de si y fue necesario disfrutar de una postura mas cómoda y hasta algunos se animaron a cerrar los ojos y disfrutar del momento.
El Grupo Caminante del Cielo, logró que finalmente la gran mayoria en el Centro Kripaela se entregara a la magia de los sonidos y se tendiera comodamente en el suelo. Los que no lo hicieron prefirieron contemplar los movimientos de las manos y disfrutar de la ejecución de los instrumentos musicales.
Agradecemos a todos aquellos que compartieron con nosotros una nueva experiencia a través de la música que llega al alma.Namasté!!
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